Referentes
Sería un ejercicio bastante extenso
recopilar todos los referentes consultados para elaborar aspectos formales de
las piezas. Con las redes sociales es muy sencillo acceder a cantidad de
imágenes y artistas y, moverse de uno a otro casi compulsivamente. En este
apartado sin embargo , intentaré sintetizar y presentar a aquellos
escultores/artistas instalativos que más objetivamente han colaborado en acotar
los materiales para el proyecto.
Partía
de la idea de trabajar con piscinas, en general elementos que se puedan
relacionar con ellas. Desde pequeño nadar bajo la superficie del agua ha
supuesto algo muy personal para mi, de nuevo, esa sensación de que la realidad
queda suspendida y eres parte de otra voluntad más inconsciente. Por ello el
trabajo de Elmgreen y Dragset para
la Whitechapel
Gallery
fue un
gran punto de partida para el moodboard
a
pesar de que a nivel conceptual no hayan similaridades.
Siguiendo con la temática, el
trabajo de Sofía Táboas me dio alguna pista para ver cómo abordar el proyecto.
De nuevo, la mexicana trabaja enfrentando e integrando los espacios naturales
con aquellos construidos por el hombre, esto se podría relacionar (muy entre
comillas) con algunos aspectos del discurso presentado anteriormente, pero lo
realmente interesante de su obra, para mi, ha sido el cómo el término pecio
parece que se revierte en ella. Es decir, en lugar de tener una ruina humana en
el agua, encontramos unos restos ligados a este mismo campo conceptual fuera de
ella.
Cómo
parte de una instalación llamada “Europe is Balding” (Europa se esta quedando
calva), Matias Faldbakken presenta una serie de objetos cotidianos cubiertos
por mosaicos de cerámica, como si fueran restos anquilosados o fosilizados que
quedan obsoletos tras su transformación. Esta noción me valió para entender cómo plasmar las
diferentes capas superpuestas dentro de una misma realidad.
Los artistas que más he consultado
han sido aquellos que trabajaban integrando diferentes materiales en el
hormigón, ya que es un material que me interesa por sus cualidades plásticas ,
esta relacionado con la construcción y por tanto con las estructuras del mundo
“real” Allyson Viera, Esther Hoogendijk,
David Hanes, June Crespo, Mike Ballards, Jamie North y Holly Hendry han sido la
mayor parte de mis referentes.
Esther
Hoogendijk investiga la relación entre materiales industriales consiguiendo
efectos que recuerdan a organismos de la naturaleza, haciendo que la obra
parezca parcialmente viva. Allyson Viera Y June Crespo, también juegan con
elementos de la construcción , creando piezas pesadas (visual y físicamente)
pero distribuidas con sensibilidad a modo de instalación posibilitando
relaciones y tensiones entre ellas.
Por
su parte, David Hanes trabaja con la fotografía y la edición digital. Toma
fotos de sus obras expuestas, o de lugares expositivos, y los transforma con
Photoshop creando un diálogo entre espacio real e ilusorio. En The Tomorrow That Never Was (2018), presentó
sus obras con esculturas de medio tamaño que complementaban estas nociones.
Nadia Belerique, Lili
Huston-Herterich, Laurie Kang son tres artistas residentes en Canadá que ya han hecho varias colaboraciones
instalativas. En la primera de ellas, realizaron un laberinto flotante con la
espuma verde que normalmente se emplea cómo base para las plantas de plástico.
El propósito era jugar con la percepción del espacio, pero también crear un
lugar para el encuentro.
Para
Babble Up (2016),
construyeron una fuente y un banco del mismo material. La instalación estaba
acompañada de un texto, era una carta personal a un desconocido que X había
conocido durante la primera instalación. En ésta, le confesaba que le gustaría
verle de nuevo y le invitaba a ir a la fuente donde podrían pasar un rato menos
incomodo debido a la percepción sensorial de la experiencia. También le dice
que una vez allí ya decidirían que hacer después, que realmente sólo es un
espacio entre espacios.
La
relación del agua con la definición “un espacio entre espacios” ha sido fundamental para la propuesta que he
querido desarrollar. Sin embargo, uno de los momentos catárticos fue
durante la visita a la exposición dedicada Ángeles Marco en el IVAM.
Las piezas, escogidas por J. Antonio Escrivà,
tenían una gran presencia física pero a la vez insinuaban espacios
inexistentes, más abiertos y subjetivos. Jugaba con el vértigo, el estar con
los pies en los límites de lo conocido. metiendo a los espectadores en su
universo de incertidumbre cómo un modo de buscar respuestas tanto fuera como
dentro de uno mismo.
La
artista creaba espacios que no son lo que parecen, que abren portales y
abismos. El entre. Que de aberturas misteriosas pasa a ser caída libre. De su
trayectoria me sirvió especialmente, la manera en la que indaga en sensaciones
que de otro modo no se podrían
descifrar. Igualmente, la estética industrial pero serena de sus esculturas e
instalaciones me resultó arrebatadora.
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